Yo fui al Pico Bolívar con mi familia y fue una experiencia muy bonita. Había unos señores con unos caballos para tomarse fotos (había que pagar). Observé los frailejones y los animales, hacía mucho frío. Conocí los columpios extremos y me lancé en tirolesa, eso me gustó mucho.
Compartí con mi familia el aire fresco, los paisajes tan hermosos. También, caminamos por la montaña y de pronto estaban dos lagunas muy juntas llamadas Laguna de los anteojos.
El Teleférico de Mérida, es así como se llama, el lugar tan fascinante que recorrí, tiene cinco estaciones donde se ofrecen los servicios de restaurante, baños y ventas de cosas muy lindas.
Santhyago Uzcátegui, 10 años
Mi niño quiere ser un papagayo
Allá a los lejos se ve un niño volando un papagayo, un enorme papagayo, hasta aquí se oye la risa de este feliz muchacho. Su mirada alzada al cielo admirando su desempeño, viendo como su papagayo vela y vuela lejos. Me sorprende lo hábil de la mano de sets muchacho, se mueve arriba y abajo, de izquierda a derecha, con tanta ligereza.
José Alejandro Ramos,10 años
PAPÁ Y MAMÁ
El sol brilla como mi mamá y la luna trabaja como mi papá y los dos se casan y crean dos hijos, una niña y un varón y luego una familia en el cielo. Un sol, una luna y dos estrellas. Cantan en la noche y se escucha hermoso.
Nicole Valentina Rodríguez, 10 años
El niño que le gustaba la nieve y el oso frontino
Había una vez un niño que le gustaba la nieve u el oso frontino. Un día su padre lo lleva a conocer la nieve por primera vez y le niño se puso muy feliz. Jugaron y compartieron un día diferente su papá, mamá, hermana y él. Al día siguiente el niño insistió para que lo llevaran al zoológico, y al llegar conoció muchos animales, pero su mayor felicidad fue conocer al oso frontino. AL llegar a casa el niño agradeció a su papá y mamá por el día tan maravilloso.
Victoria Liendo, 10 años
