Ilustraciones de Ludwianna Piñero Pereira
Este libro surgió del acto de indagación de un niño de cuatro años, quien motivó a la vez a una abuela creativa a darle vida a varias historias, y de la mano de su nieto.
Y la ficción siguió creciendo porque el niño continuó indagando y la abuela escribiendo, hasta que el niño a los cuatro años y nueve meses le pidió a la abuela que se sentara en la computadora porque le iba a contar un cuento, su primer cuento: El baile de los números. Después vinieron los otros y el niño que ni siquiera tenía cinco años fue describiendo cada uno de los números como personajes. Al terminar le dijo a la abuela: “Ya los describí, mañana les pondré las acciones.” Y la abuela con el corazón casi en la boca, maravillada porque un niño tan pequeño sabía diferenciar las descripciones de los personajes de sus acciones. A la mañana siguiente fue dictándole a la abuela el hacer de cada uno de los personajes. Un año después la ayudó a reacomodar palabras y frases de los tantos cuentos que se fueron contando la abuela y su nieto.



