El último día En una época muy lejana se rumoraba que había un loco en el pueblo Uverito (1830), llegó una muchacha llamada Lula Flores.  ...

Brujas, espantos y aparecidos


El último día

En una época muy lejana se rumoraba que había un loco en el pueblo Uverito (1830), llegó una muchacha llamada Lula Flores.  Cuando llegó los vecinos advirtieron que a las 2 y 10 de la madrugada llegaba un loco a llevarse a las personas. Ella no le prestó atención y se fue a dormir.

A las 2 y 10 am sonó ¡Toc-Toc! En la casa de Lula. Ella se despertó y vio una sombra, pero siguió durmiendo. Al día siguiente fue a su trabajo y cuando llegó su jefa la regañó porque había regresado demasiado tarde, ¡una hora de retraso!, le dijo. Lula asustada respondió que trabajaría tiempo extra para compensar el retraso, su jefa aceptó.

La noche transcurrió rápida y a las 2 y 10 am vio la sombra, ahora se veía más alta y con joroba. Lula, asustada intentó golpearlo pues la sombra le dijo que iría por ella y desapareció. Una respiración en el cuello.

Al día siguiente, a las 2 y 10 am tocaron su ventana, Lula abrió, sintió una respiración en su cuello, trató de empujarlo pero sintió un fuerte golpe en la cabeza.

Cuando abrió los ojos estaba en un sótano y frente a ella, el hombre parado mirándola. Le dijo que la dormiría, le dio una pastilla. Cuando volvió a despertar estaba amarrada en una cama, a su alrededor habían cuchillos filosos que brillaban. Con habilidad, Lula se desató y aguardó escondida a que el hombre regresara, entonces al llegar se le abalanzó y le clavó una aguja, mientras el hombre gritaba de dolor desorientado, ella salió corriendo a la policía, logró llegar, dio la ubicación y lograron atraparlo.

Lula vivió tranquila, pero con una enfermedad en el corazón por el gran miedo que le generó la mala experiencia. Desde entonces, tiene a su lado un perro que la acompaña.  Con el tiempo Lula se casó con un chico llamado Asdrúbal.

Fin

Sergio Amaru Cesar Flores, 10 años.

E,B Rafael Antonio Godoy.

5to. Grado Sección A.


La última noche

Se contaba que hace mucho tiempo vivía una señora muy peculiar. Era una anciana que horneaba pasteles, atraía a los niños con sus sabores y olores maravillosos. Lo extraño del caso es que los niños no se volvían a ver.

Juan, un niño curioso, entró a la casa de la señora mientras ésta dormía. Se veía normal, pero su nariz era demasiado larga, y su cabello se tornaba de colores. Y de pronto, se despertó trasformada como una bruja mala.

Camila F, 10 años.

E,B Rafael Antonio Godoy.

5to. Grado Sección A.




La última luna llena

En las lejanías de la montaña, vivía una familia un poco extraña que ocultaba un misterioso secreto. Cada cinco años despertaba un muñeco diabólico.

El hijo menor de la familia, Juan, sentía curiosidad por aquel muñeco con un aspecto tan peculiar. Los padres del niño le advirtieron que no subiera al ático en una luna llena, pero como Juan era muy curioso, la noche de la de luna llena subió.

Sin darse cuenta, el muñeco despertó con ansias de desvivir a la familia. Juan quedó paralizado al ver que el muñeco cobraba vida y que las advertencias de sus padres eran ciertas. El muñeco se fue encima de Juan y lleno de desesperación pudo escapar, sin embargo, no le dijo a nadie la experiencia en ese momento.

Juan le contó a su abuela lo que había sucedido, la abuela con un nudo en la garganta le contó quien era ese muñeco que quería desvivir a la familia.

Dijo la abuela:

—Ocurrió hace 40 años, el papá de Juan tenía un amigo que era casi como su hermano. Una vez, jugando en las montañas aquel amigo se cayó por el abismo fracturándose las piernas y el papá de Juan creyendo que era un juego lo dejó ahí sin pedir ayuda ni nada. Aquel niño murió en Luna Llena y juró venganza, y cada 5 años en luna llena se aparecería un muñeco que compartían para desvivir a la familia del que creyó su amigo y lo dejó morir en aquel abismo.

Juan, al escuchar la historia tan triste decidió hacer las paces con el muñeco, esa noche subió al ático, pero ya no estaba. Con un poco de miedo y preocupación bajó a la sala, pero terriblemente vio al muñeco sentado en un sillón con una sonrisa de satisfacción pues logró lo que quería, desvivir a toda la familia. Juan sobrevivió pues, el muñeco le perdonó la vida porque fue el único que quiso enmendar aquel trágico error de su padre.

Ahinoa Quintero, 10 años.

E,B Rafael Antonio Godoy.

5to. Grado Sección A.




La última luna llena

En las lejanías de la montaña, vivía una familia un poco extraña que ocultaba un misterioso secreto. Cada cinco años despertaba un muñeco diabólico.

El hijo menor de la familia, Juan, sentía curiosidad por aquel muñeco con un aspecto tan peculiar. Los padres del niño le advirtieron que no subiera al ático en una luna llena, pero como Juan era muy curioso, la noche de la de luna llena subió.

Sin darse cuenta, el muñeco despertó con ansias de desvivir a la familia. Juan quedó paralizado al ver que el muñeco cobraba vida y que las advertencias de sus padres eran ciertas. El muñeco se fue encima de Juan y lleno de desesperación pudo escapar, sin embargo, no le dijo a nadie la experiencia en ese momento.

Juan le contó a su abuela lo que había sucedido, la abuela con un nudo en la garganta le contó quien era ese muñeco que quería desvivir a la familia.

Dijo la abuela:

—Ocurrió hace 40 años, el papá de Juan tenía un amigo que era casi como su hermano. Una vez, jugando en las montañas aquel amigo se cayó por el abismo fracturándose las piernas y el papá de Juan creyendo que era un juego lo dejó ahí sin pedir ayuda ni nada. Aquel niño murió en Luna Llena y juró venganza, y cada 5 años en luna llena se aparecería un muñeco que compartían para desvivir a la familia del que creyó su amigo y lo dejó morir en aquel abismo.

Juan, al escuchar la historia tan triste decidió hacer las paces con el muñeco, esa noche subió al ático, pero ya no estaba. Con un poco de miedo y preocupación bajó a la sala, pero terriblemente vio al muñeco sentado en un sillón con una sonrisa de satisfacción pues logró lo que quería, desvivir a toda la familia. Juan sobrevivió pues, el muñeco le perdonó la vida porque fue el único que quiso enmendar aquel trágico error de su padre.

Ahinoa Quintero, 10 años.

E,B Rafael Antonio Godoy.

5to. Grado Sección A.







El hombre oscuro

Había una vez un hombre que vagaba por los pueblos en la noche.

Algunos decían que era un alma perdida y otros decían que era un muerto viviente. Este hombre nació en 1986 y murió en 2008. Cada vez que el hombre aparecía, la gente desaprecia sin rastro. Hasta que un día, toda la población desapareció por completo.

 Brawer Trigo, 10 años.

E,B Rafael Antonio Godoy.

5to. Grado Sección B.



La casa oscura

María se acercó a Lucas ofreciéndole un vaso con agua.

—¿Qué lees? —Preguntó María.

—La casa oscura —respondió Lucas sin interés de continuar la conversación con la nueva empleada doméstica. Había algo en ella que le incomodaba.

—También tuve que leer ese libro en el colegio —respondió María— pero no me agradan las historias de fantasmas. Espero que tú tampoco creas en ellos, me imagino que conoces los rumores sobre esa casa, ¿verdad?, si conoces los rumores de esa casa que está habitada de fantasmas —comentaba María buscando conversación con Lucas—  pero a diferencia de mi papá y yo…

 —No creemos en lo sobrenatural— respondió Lucas ya molesto y añadió— este lugar está hecho un desastre ¿Puedes por favor guardar las cosas de los antiguos dueños y desempacar las nuestras?

Al ver la respuesta de Lucas, María se dirigió a la sala y comenzó a desempacar. Al anochecer, el papá de Lucas llegó a la casa después del trabajo y se acercó al joven para conversar.

-Hijo, —dijo —creo que nunca voy a acostumbrarme a este lugar. Hay muchos rumores de que aquí habitan fantasmas, eso me preocupa mucho.

—¡Nada de eso papá! —dijo Lucas—, no puede ser que creas en esas cosas. Yo no creo en fantasmas, y hasta María la nueva empleada doméstica tampoco cree en ellos.

El padre con gesto de asombro se llevó la mano a la boca y con los ojos muy abiertos dijo:

—¡Hijo!, empaca tus cosas, ¡nos vamos ya!

—Pero, ¿Qué sucede papá? —Preguntó Lucas sorprendido por la reacción de su papá.

—Porque no he contratado a ninguna empleada doméstica.

Daniel E, 10 años.

E,B Rafael Antonio Godoy.

5to. Grado Sección A.